La palabra multimedia, etimológicamente es la
combinación del prefijo MULTI, del latín multum, que significa
numeroso, más de uno o muchos; y del término MEDIA, del latín medium, que significa medio, agente, vía; comprendiendo, entonces,
que multimedia -es todo aquello que
se expresa, se transmite o se percibe a través de diferentes medios de expresión (físicos o digitales) para
presentar o comunicar información[1]-.
Asimismo, éstos medios pueden ser variados, desde texto e imágenes, hasta animación, sonido, video, etc. También se puede calificar como multimedia a los recursos electrónicos que
permiten almacenar y presentar diversos contenidos.
De este modo, en la
educación, se hace ineludible el empleo de ésta, para producir cursos de
aprendizaje y libros de consulta, como enciclopedias y almanaques. Ya que la multimedia causará cambios radicales en el proceso de enseñanza en la próximas
décadas, en particular cuando los estudiantes descubran que pueden ir más allá
de los límites de los métodos de enseñanza
tradicionales.
Permitiendo a los
alumnos y maestros cambios en el proceso de
aprendizaje; ya que en las estrategias docentes que incorporen elementos
multimedia interactivos, el estudiante deja de tener una postura pasiva para desempeñar
un rol activo y participativo en su proceso de aprendizaje. Sin embargo, cabe
resaltar que la multimedia no busca reemplazar al docente, ni sustituir los
métodos de enseñanza-aprendizaje, sino ser un elemento que enriquezca este proceso,
cumpliendo una función informativa, instructiva, motivadora, evaluadora,
expresiva, comunicativa, lúdica e innovadora. Puesto que transige la capacidad
de estimular la comprensión de los temas tratados, agregando múltiples
elementos, como fotografías, cuadros, juegos, tutoriales, videos, y demás
herramientas se ratifican con el pasar de una serie de
presentaciones, de texto sobre un asunto particular, y de ilustraciones
asociadas en varios formatos de información que confieren
al estudiante aprender a través de la identificación inmediata del error, por
ejemplo en un juego, se le consiente ‘intentarlo de nuevo’ hasta poder avanzar.
De este modo, la versatilidad desenvuelve
amplias posibilidades de experimentación didáctica e innovación educativa en el
aula, ya que, explícita o implícitamente, promueven y regulan el aprendizaje de
los estudiantes.
Según Dastbaz[2] “la
educación indudablemente ha sido una de las principales beneficiarias del
progreso de la multimedia. La proliferación de la multimedia, la penetración de
las conexiones del ancho de banda y la integración del vídeo, el sonido y la
animación en los sistemas textuales” las cuales abarcan todos los medios y ofrecer entornos de
aprendizaje más ricos en interactividad.
No obstante, el
psicólogo Richard Mayer[3]
propone hablar de multimedia en el momento en que los
estudiantes construyen representaciones mentales a partir de la combinación de
palabras (ya sea texto o sonido) e imágenes (como ilustraciones, fotografías,
animaciones o vídeo).
En consecuencia, la multimedia contribuye a la vida del hombre, de
manera que ha sido partícipe de la modificación de diferentes aspectos, y el
campo de educación no fue la excepción, la multimedia educativa ha influido
tanto que en este campo se ha buscado la mejor manera de explicar la
información de una forma fácil y descifrable para todos, lo cual genera un gran
beneficio a la comunidad educativa, relacionándose a diario en los diferentes
campos de aprendizaje.
[1] BARAJAS, Mario; SIMÓ, Núria (1994). "Multimedia en la
escuela. ¿Para qué y cómo?" Cuadernos de Pedagogía, nº230."
[2] DATSTBAZ, M. (2002). Designing Interactive Multimedia Systems. London: McGraw-Hill.
[3] MAYER, R. (2005). The Cambridge
Handbook of Multimedia Learning. Cambridge: Cambrigde
University Press.
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