miércoles, 28 de noviembre de 2012

EL PODER DE LA MARGINACIÓN


El desalojo forzoso, el abuso del poder en pro de una segregación y marginación la discriminación, son algunos de los temas que se pueden evidenciar en la película “Distrito 9” y que claramente en la actualidad vivenciamos desde unas prácticas cotidianas y poco reconocidas.

La desigualdad entre los seres humanos forma parte del orden natural de las cosas. Si analizamos una de las bases filosóficas de Thomas Hobbes “el hombre es un lobo para el hombre” podemos entender, que muchos de las corrientes sociales de carácter colectivo, especialmente en el contexto de los derechos humanos, da inicio a diversos espectros basados en creencias estereotipadas sobre los que manifiestan un determinado mandato social regido por el poder.
 
La discordia de las sociedades, generadas por un cambio en las estructuras humanas, pretende construir nuevos  sistemas político-económicos que impongan y rivalicen procesos de control y emancipación.

Indudablemente, esta disputa por gobernar, por obtener poder tras poder, por establecer las ideologías y pensamientos a otros, se ha convertido en una evidente forma de auto preservaciones influenciadas por actitudes y acciones puramente políticas.

A lo largo de la modernización de las ciudades, se evidencia el proceso de división estructural frente a una exclusión de los grupos que se encuentran en una desventaja social. Es decir, el grupo que no cumple los requerimientos básicos para convivir con las demás personas y que posiblemente les represente una amenaza, en vista de la alteración del “orden social”, son reprimidos y apartados de los demás; pues les llevan hasta sus puntos de unión, conocidos usualmente como Distritos, unas herramientas mínimas para que puedan “vivir dignamente” (que resultan inhumanas e inadmisibles), como vivienda, comida, etc… con el fin de evitar al máximo que éstos tengan que salir a suplir dichas necesidades en otros ambientes que incomodarán a los demás. De este modo, se comprende la clara intención de marginarlos para que no terminen “mezclándose” con la demás población.
 
Por ello, el paso de las estratificaciones sociales, como impulso de “industrialización, inclusión y equidad” poco modifica una estructura social y económica interna, la cual está basada en el poder de los dirigentes y en la sujeción (llena de limitaciones tradicionales y debilitada por la existencia de una frontera) de una numerosa población de segregados e “inhumanos” excluidos.

Esta estructura permite la dominación política de las poblaciones minoritarias e indefensas de las formas de modernización cultural que se esbozaban en los sectores urbanos. Los rechazados de las zonas de nueva urbanización se van haciendo más y más atrasados a medida que cambiaban las condiciones generales de la economía, y por tanto más dignos de marginación.

Evidentemente existe una condición discriminatoria al pretender un desalojo y desplazamiento forzado de dichos sujetos, cuando aumenta esporádicamente el temor por lo desconocido frente al avance de éstos y a las próximas implicaciones que repercuten en la demás población, como un desarrollo más eficaz que el establecido por las corporaciones, o los avances tecnológicos y/o científicos que se puedan realizar, al igual que un alce que pretenda mostrar resistencia a la marginación y pretenda una participación.
 
Sin embargo, por difícil que se analice la situación, podemos ver que la visión transformadora  e innovadora de grupos sociales que tienden a proteger los Derechos Humanos como principio fundamental de valores éticos que componen la dignidad humana. Para ello se hace necesario comprometer las acciones y de un estado equitativo, en el que todo poder y jurisdicción sean recíprocos, y en donde sea posible,  lograr la promoción, la protección y la expansión de los derechos económicos, sociales y culturales de manera holística.
  
REFERENCIAS
Thomas Hobbes
Alejandro Ulloa

jueves, 23 de agosto de 2012

ESTUDIO APROPIADO DEL HOMBRE


Toda vivencia implica un cambio en el ‘cableado’ de nuestro cerebro”


<<Revolución cognitiva>> es el nombre que se ha dado a la transición del conductismo al cognitivismo como un paradigma que genera la Psicología Científica.

Vale la pena resaltar que ha sido uno de los más grandes avances en cuanto al desarrollo del conocimiento refiere, lo cual ha dado lugar a una ciencia nueva, que hoy todos conocemos como Ciencia Cognitiva.

De este modo, se hace necesario comprender que la ciencia cognitiva se ha manifestado hace medio siglo, como resultado de una redefinición del rol de la psicología, la antropología y la lingüística bajo la metáfora de la computación y computabilidad. Para entonces, empezaba a resultar evidente en varias disciplinas que la solución a algunos de sus problemas consistía en resolver problemas que tradicionalmente se asignaban a otras disciplinas. Se requería colaboración.

Así pues, en la búsqueda de ir más allá del objetivismo, surge la necesidad de llegar a una “Construcción de Significados” desde una perspectiva que atienda las Humanidades, la Ciencias Sociales y finalmente la Psicología; lo cual resulta como una conducta observable que debe dar un significado de lo acontecido.

Una vez atravesado este reduccionismo, la Psicología se enfrenta a la disyuntiva tradicional, de tratar de explicar algo, y no dar por supestos; con el fin, de comprender la forma en la que circula y se procesa la información.

Lo anterior, es alusivo a los sistemas simbólicos, mediante el impacto de la utilización del lenguaje en la naturaleza; atendiendo a tras condiciones:

1.    El ser como expresión de la cultura. Basado en una naturaleza humana y a su vez, en la cultura.
2.    El compartir en y a través de la cultura; es decir, el Vivir Público. Logrando de esta manera, vincular e impulsar distintos planteamientos y enfoques, como lo son el semántico, sintáctico, pragmático y significativo. Al reconocer cada una de estas perspectivas debemos tener presente que "el lenguaje es el instrumento que empleamos los seres humanos para comunicarnos y que regula y controla los intercambios sociales y escolares"[1].
3.    Análisis de la naturaleza, causa y consecuencia, por medio de los estados intencionales (creencias, deseos, intenciones, compromisos…).

Por tanto, la construcción de la Ciencia Mental en torno al concepto de un Significado, requiere de unos procesos: creer y negociar; todo esto, inmerso en una comunidad. Las cuales propician una formación en subjetividad; entiéndase ésta como las percepciones basadas en el punto de vista de un sujeto, influido por sus intereses y deseos particulares.

Si la  creatividad es un proceso colectivo, no meramente el producto de una personalidad excepcional aunque puede plasmarse en individuos concretos, más bien puede observarse hoy una búsqueda permanente del capital por incentivar de las formas más variadas lo que el propio capital limita colectivamente desde otros ángulos. 

Paralelamente, en el vaivén de culturas y pensamientos que se han arraigado dentro de nuestras comunidades surgen miles de interrogantes, que generan diferentes apreciaciones referidas a las conductas en sociedad, como formas de comunicarse, regular y controlar los intercambios colectivos que se desarrollan desde el inicio de nuestras vidas acorde a los distintos contextos en los que se sitúa cada persona, estimulando una capacidad constituyente y propia basada no sólo en aprender a pronunciar y mezclar sonidos y palabras; sino, también, aprender a usarlas y entenderlas según las circunstancias en las que se encuentre. De igual manera, mediante procesos de reciprocidad y transmisión del conocimiento es necesario acoger las diferentes orientaciones en lo respectivo a que el “llegue a ser capaz de llevar a cabo un repertorio de actos de habla, de tomar parte en eventos comunicativos y de evaluar la participación de otros”[2].

Antes que todo y por encima de todo debemos saber que en el consorcio al que estamos expuestos  relega todo aquello que represente un problema de cualquier clase determinada, desde la influencia de la computación en la ‘identidad’ hasta la enajenación, como parte de esta condición.

Para ello, ¿estableceremos, en algún momento, mecanismos y estrategias avanzadas que se basen en dar más apoyo a las bases teóricas a medida que incrementa el nivel de aprendizaje cognitivo?

¿De qué magnitud es el cambio? La respuesta no es fácil. Además, se recordará que no es la primera vez que se afirma de la existencia de transformaciones sociales gigantes producto de la tecnología. Así es que desde ya, esto recuerda la necesidad de ponderar desde nuestras sociedades la idoneidad de los instrumentos teóricos que se manejan para captar las nuevas realidades y que provienen de sociedades del capitalismo central. 

Las nuevas formas de gestión no suponen entonces meramente – aunque implican esto – un nuevo discurso organizacional donde los valores de la “empresa” parecen ser universales y ahistóricos. Las formas de gestión actualizadas de “recursos humanos” están planeadas con la incorporación de conocimiento científico. Allí hay conocimiento transmitido con frecuencia por universidades privadas que apuestan – con una ecuación que mezcla la educación como mercancía y un intrínseco proyecto de sociedad – a la formación de nuevas elites.  Así es que las empresas hoy rápidamente captan las nuevas necesidades dentro de su esquema de racionalidad limitada. 

Según J. Bruner, la Psicología Popular es la explicación que da la cultura de qué es lo que hace que los seres humanos funcionen. Consta de una teoría de la mente, una teoría de la motivación y, sobre todo, se ocupa de la naturaleza, causas y consecuencias de los estados intencionales de los sujetos, creados mediante creencias, deseos, intenciones y compromisos. Esta colección de objetos mentales han sido tradicionalmente rechazados como elementos científicos, de ahí, la radical separación entre lo que cree la Ciencia sobre el hombre y lo que el hombre mismo cree de sí y de sus semejantes.

Por esto, es importante que existan actitudes analíticas y reflexivas que revisen y modifiquen las creencias de la psicología popular para mejorar la vida social y humana que inicialmente permiten. Esta tarea debería hacerse desde una Psicología Científica que tendría la labor de derribar ideas infundadas y proponer otras atendiendo a los esfuerzos científicos de comprendernos a nosotros mismos. Sin embargo, a tenor de la corta historia de la Psicología científica, no parece que esta haya sido su tarea fundamental.

[1] VILA, Ignasi. “ADQUISICIÓN Y DESARROLLO DEL LENGUAJE”.
[2]HYMES, Dell. “ACERCA DE LA COMPETENCIA COMUNICATIVA”.


REFERENCIAS

GALCERÁN HUGUET, Montserrat y DOMÍNGUEZ SÁNCHEZ, Mario: “Innovación tecnológica y sociedad de masas”, Madrid, editorial Síntesis, 1997.

FALERO, Alfredo: “El paradigma renaciente de América Latina. Una aproximación sociológica a legados y desafíos de la visión centro – periferia”, Buenos Aires, CLACSO, compilación de trabajos del concurso Los Legados teóricos de las ciencias sociales en América Latina y el Caribe, en prensa, previsto para agosto 2006. 

FALERO, Alfredo: “¿Por Qué Es Importante Entender La Actual Revolución Del Conocimiento?”. Sociólogo; docente e investigador del Departamento de Sociología de la  Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de la República, Uruguay.

MUÑOZ GUTIÉRREZ, Carlos: “Psicología Científica o Psicología Popular: Un Modelo Narrativo de la Mente”.

HYMES, Dell: “Acerca de la competencia comunicativa”.

VILA, Ignasi: “Adquisición Y Desarrollo Del Lenguaje”.

ACERCA DE LA LLAMADA 'SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO'...



Actualmente, nos encontramos sumergidos en una llamada “sociedad del conocimiento”, pero ¿Conocimiento de qué? ¿Acaso conocimiento de programas de televisión que sólo buscan incrementar un rating y ser usados como telón para olvidar lo que realmente sucede? ¿Conocimiento de las prácticas y avances que realizan grandes pensadores, que son apasionados por su profesión, pero que solo ‘reconocemos’ si van acompañados de una tragedia?



Resulta inadmisible decir todos vivimos en un mundo feliz, porque somos la sociedad más informada, pues, como dice en una caricatura “soy libre… puedo elegir el banco que me exprima; la cadena de televisión que me embrutezca; la petrolera que me esquilme; la comida que me envenene; la red de telefonía que me time; el informador que me desinforme y la opción política que me desilusione… insisto: soy libre”. Pero, no es extraño que en un sociedad TAN informada, donde lo medios de ‘comunicación’ son los que priman, y gracias a ello conocemos una noticia de otro continente, en tan solo 1 minuto que tardan escribiéndolo en alguna red social, desconozca completamente las implicaciones que tiene esta educación informal, como la morbosidad que genera el hecho de querer simplemente leer un periódico por deleitarse con las fotografías del asesinato: el deseo por un saber enciclopédico, impuesto por las editoriales, que aunque los niños de 3 años van a una institución, a interactuar con el otro, deciden que deben aprender a leer; un afán por lo inmediato, que suprime lo realmente valedero y desdibuja la naturalidad de cualquier proceso formativo; la falta de comprensión y promoción de una lógica social, que no sólo determine si un argumento es verdadero o falso, sino que cumpla un rol participativo que ayude al fortalecimiento de la identidad de una comunidad, en busca de una felicidad o satisfacción.

De este modo, al analizar cada una de las implicaciones anteriores, que son pocas, con todas las demás acciones que fragmentan el conocimiento, o mejor dicho, el deleite y goce, por adquirir un conocimiento. Me cuestiono, ¿Es suficiente, con saber que mi vecino de tres añitos, y que está en preescolar aprenderá a leer inglés, francés y alemán a su corta edad, pero que no disfrutará ni podrá interactuar con su mundo, ni con el otro?, ¿Es suficiente, con ver y comentar las nuevas series de televisión que buscan que los ciudadanos, ‘conozcan la verdad’ frente a una situación de narcotráfico y asesinatos, ignorando que en tan solo unas semanas el plazo de un nuevo Tratado de Libre Comercio, cumplirá su fecha límite?.

Considero, es pertinente que ya los niños y las niñas, los jóvenes y las señoritas, asistan a la escuela ser quiénes son, cuál su labor en esta sociedad, qué es lo que realmente quieren hacer, cuál es la posición que asumen frente a una realidad tan sobrecargada de desinformación. Porque no se está informado, si solo creemos lo que dicen los medios de comunicación de orden mixto, que por supuesto, no mostrarán las acciones en contra de una comunidad que realizan sus patrocinadores; es cuando se asume una posición crítica-reflexiva frente a dicha situación que surge un replanteamiento de la formación humana que se lleva a cabo en las escuelas. Por ello, se deben formar personas capaces de asumir la felicidad, pero no como la sensación que les produce publicar en una red social un estado o una imagen estereotipada; personas que sean felices, porque tienen un gran aprecio por lo que han decidido hacer y ser como profesionales.

Todo lo anterior se produce, debido a la tecnificación que trajo la civilización humana, degradando la formación de los seres humanos, atenuando lo que significa vivir en comunidad e igualmente los estudiantes tienen otros intereses, como visitar páginas web con contenidos obscenos para los infantes, abiertos al público sin ningún tipo de restricciones y para encimar,  las redes sociales los trasladan a un universo de fantasías donde ellos son el centro de atención; del mismo modo, los buscadores de internet han potencializado la mediocridad en los estudiantes, que han dejado a un lado la lectura y la investigación, por el pragmatismo encaminado al cumplimiento y no al goce que puede generar el estudio; entonces, la tecnología en vez de aportar al crecimiento cognoscitivo de las personas se está convirtiendo en piedra de tropiezo para la denominada sociedad del conocimiento, trayendo consigo la era de la espera, ¿Espera de qué?:  No se sabe, pero sólo la comunidad tomará el camino que considere más conveniente para la formación y construcción de la ciudadanía y valores de los seres humanos.

Por consiguiente, lo medios de comunicación ejercen una gran presión sobre las personas, pues como expone Noam Chomsky[1], estos buscan “mantener al público en la ignorancia y en la mediocridad”[2], mostrando tan sólo una parte de la verdad o incluso modificándola, estimulando a las personas, a ser complacientes con la mediocridad; apartando su inconsciente (reflexión e introspección); llevándolos a ser vulgares e incultos. “Si bien la reflexión se ha privilegiado en el campo educativo, la introspección, es otro proceso e instrumento, poco utilizado por el maestro, que en interacción con la reflexión, se constituiría en una potente herramienta, así lo esperamos,  para que el maestro, alcance niveles de abstracción que le permitan, desde su interior, repensar su praxis y lo lleven a subjetivar su esencia, para un pronunciamiento frente a la sociedad como sujeto político”[3].

Si bien es cierto, los medios de comunicación, se dirigen al “público como criaturas de poca edad”[4], desviando la atención de lo realmente importante. 

Ahora bien, debemos considerar que el papel del maestro es el de un mediador entre la relación sujeto-objeto-cultura, que fomente procesos para la transformación de los contextos socioculturales, proponiendo como fuente de desarrollo la ciencia; sin embargo, al proponerse ésta como fundamento para el crecimiento de una sociedad idealista, afecta considerablemente los espacios de la vida humana, su relación con la realidad, sus pensamientos ideales y sus hábitos cotidianos. Debido a que la sociedad acata que “la educación necesita tanto de formación técnica, científica y profesional como de sueños y utopía”[5], en la cual no prime sólo lo pragmático sino la reflexión y la introspección que deben hacer los estudiantes, sus familias y su grupo social. Así como el maestro debe pensar constantemente en grande, adquiriendo un lenguaje que trascienda y afirme la ciencia y la tecnología como un cambio no hacia una comprensión esquematizada, sino más bien, hacia una evolución global, partiendo del su autoconocimiento como ser formado y fundado en una vocación que lo hace feliz y satisface sus quehacer.


[1] Lingüista Norteamericano.
[2] CHOMSKY Noam, “DIEZ ESTRATEGIAS DE MANIPULACIÓN”.
[3] POSSO P., Harold. “EL MAESTRO-ESCUELA”. Licenciado en Educación Biología y Química de la Universidad del Valle. Ponencia hecha en reuniones de CAFÉS PEDAGÓGICOS en la Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero. Mayo de 2011. 
[4] CHOMSKY Noam, “DIEZ ESTRATEGIAS DE MANIPULACIÓN”.
[5] FREIRE Paulo.

lunes, 20 de agosto de 2012

LA ESTRATIFICACIÓN SOCIAL EN LA SOCIEDAD TRADICIONAL: HACIA LA PRIMERA MODERNIZACIÓN DE CALI


Durante las primeras décadas del s. XVIII, la sociedad estaba enérgicamente estratificada; todo se encontraba explícito en las pirámides sociales las cuales se dividían de esta manera:

1.    Élite blanca: quienes tenían una acreditación con documentos y declaraciones la limpieza de su sangre, pues eran “solares conocidos”.
2.    Ibéricos: no poseían tierra, aunque por tener apellidos españoles, presumían ser de una nobleza; administradores o capataces.
3.    Criollos: descendientes de españoles; asignados a cargos públicos.
4.    Montañeses: pobladores blancos que tenían posesiones agrícolas.
5.    Mestizos: el ‘grupo bastardo’ de los ‘blancos’.
6.    Esclavos: quienes vivían sometidos a sus amos.

La estructura de estas sociedades esclavas, se desarrolló con base en la estratificación. Las comunidades producían el latifundio de carácter comunitario y tenía una organización social basada en una serie de caciques que gobernaban en sus tierras, donde se hace evidente la carencia de la centralización del poder político. Considerados bastardos por las elites y a quienes no podían esclavizar, ni obligarlos a pagar ‘tributos’, pues no eran indígenas, esclevos, segregados de la universidades, de los puestos públicos y de los barrios de blancos; los mestizos empezaron un proceso de afirmación cultural. Y por su perte, los terratenientes desplegaban ciertos privilegios como los vestidos, la monogamia, la apropiación de cierta parte de los dineros que pagan los mestizos y esclavos, la antropología ritual y ciertos ritos asociados con la muerte, “especialmente el enterramiento con ajuar funerario con objetos de oro, cerámica y alimentos”[1].

De este modo, los esclavos se dan cuenta del abuso al que están sometidos y es cuando se inicia la expansión urbana, la lucha por tierra y vivienda, las prácticas cotidianas, las transformaciones de esta sociedad y la influencia de agentes exógenos, en la configuración y transformación de la cultura en las clases altas y medias.

Durante cuatro siglos la aldea de Santiago de Cali, se mantuvo sumergida en el arcaísmo tradicional, reducido al pobre espacio Colonial; no obstante, desde los ocasos del s. XIX una nueva mentalidad, caracterizada por adoptas del apego a las viejas formas sociales con las aspiración a las variaciones y mejoras de este sistema; aparece en escena la lucha por el progreso contingente de Cali y la Región Vallecaucana. Así mismo, con la llegada del siglo XX comienza, también, un proceso de modernización impulsado por la consolidación de un sector social agropecuario y comercial, la construcción del ferrocarril del Pacífico y la extensión de la infraestructura fluvial y luego carretable.

De igual manera, cabe resaltar, que el tránsito hacia la modernización es un factor esencial en la transformación de Cali; ya que en relación con el mismo, se producen innumerables cambios sociales, culturales y económicos muy profundos, enmarcados en la configuración sosegada de Cali como una ciudad que se abría al mundo. Éste proceso de modernización, que estuvo acompañado por un crecimiento acelerado de lo que en principio fue una aldea, fue provocado, primero por las fuertes olas inmigratorias del momento –producidas a su vez por la situación de violencia y por la atracción que causaba la generación de empleo y la promesa de una mejor vida-; y segundo lugar, por la proliferación de nuevas construcciones de vivienda, tanto legales como ilegales. En este proceso ocurre una praxis en las estructuras sociales, las mentalidades, la moral, la cultura urbana y los esquemas consumistas, y se redefine y consolida la distribución socio-espacial de la ciudad, hasta establecer lo que denominan las “‘dos ciudades’: por un lado, el espacio de las y los lugareños excluidos, como un anillo que rodea a Cali a lo largo de los cerros y las márgenes del Río Cauca; y, por otro lado, la ciudad de las y los asentados que ocupan el interior”[2].

Por lo tanto, el despegue de Cali, hacia la modernización estuvo influido, en alguna medida, por la presencia de cambios institucionales que convirtieron la aldea en centro administrativo, militar, político y religioso.

En un recuento rápido, la población indígena residente en este territorio se mezcla con los ibéricos, de lo cual los mestizos criollos, en sus distintos estratos socioeconómicos, van generando unos imaginarios culturales que van recreando al paisaje vallecaucano. Por otro lado, los mismos hispanos van imponiendo su marca cultural, tornando tanto el paisaje natural como las prácticas culturales solidarias; para pasar a ser sociedades individualistas y jerarquizadas de carácter patriarcal. La población africana, también transfiere su aporte cultural: Familia extensa, oralidad, oficios religiosos donde se actúa, canta, se arrulla, se recitan loas, se baila, un talante orgulloso de su identidad y diversas formas productivas de las dos bandas del Río Cauca, van perfilando unas economías campesinas y una identificación con el territorio.
 
Consiguientemente, a pesar del carácter elitista de este primer esfuerzo de "modernización", aparecen tres corrientes de gran significación posterior:
-Se contribuyó a generar un bosquejo de identidad nacional, contraponiendo los americanos y los españoles, lo cual tuvo una implicación en la aparición de propensiones a la independencia nacional.
Se destacó la importancia de una ciencia aplicable a las necesidades del país, entendidas en términos de producción y explotación de los recursos naturales.
Se promovió entre los grupos dominantes la visión de que el pensamiento y las instituciones tradicionales, vinculados a España, constituían una fuente de atraso, y que era conveniente abrirse al ejemplo, más liberal y capitalista, de otras regiones, como los Estados Unidos, Francia e Inglaterra-[3].

Sin embargo, poco se modificó una estructura social y económica interna basada en el poder de los hacendados y en la sujeción (llena de limitaciones tradicionales y debilitada por la existencia de una frontera, es cierto) de una numerosa población de aparceros y arrendatarios; medidas como la desamortización de los bienes eclesiásticos, decretada en 1861 por el liberalismo, condujeron, sobre todo, a un desplazamiento de propietarios pero poco alteraron los rasgos estructurales de la propiedad rural. Esta estructura permitía la dominación política de las poblaciones campesinas y su exclusión de las formas de modernización cultural que se esbozaban en los sectores urbanos: los campesinos de las zonas de hacienda se fueron haciendo más y más atrasados a medida que cambiaban las condiciones generales de la economía.

Finalmente, dos procesos paralelos comenzaron a transformar el campo colombiano: por una parte un amplio movimiento de colonización campesina, que conformó un campesinado independiente que representaba para comienzos del siglo XX probablemente la mayoría de la población rural. Por otra, la gran propiedad se expandió por las zonas pobladas y cálidas del país, basada en formas tradicionales de sujeción de la población rural y en un sistema legal y de asignación de baldíos que daba todo su apoyo a los grandes propietarios y trataba con mezquindad a los colonos campesinos. La inmensa mayoría de la tierra que salió del dominio público sirvió para acrecentar la sesgada distribución de la propiedad rural existente desde el período colonial[4].



BIBLIOGRAFÍA

·         ULLOA, Alejandro. “LA CALEÑIDAD EN LA HISTORIA”, Escuela de Comunicación Social – Universidad del Valle.
·         MELO, Jorge. “COLOMBIA ES UN CUENTO”.
·         “RESEÑAS”, Comentarios sobre libros y otros documentos.
·         MOTTA, Nancy. “LAS DINÁMICAS CULTURALES Y LA IDENTIDAD VALLECAUCANA”.

[1] MELO, Jorge. “COLOMBIA ES UN CUENTO”.
[2] “RESEÑAS”, Comentarios sobre libros y otros documentos.
[3] “RESEÑAS”, Comentarios sobre libros y otros documentos.
[4] MOTTA, Nancy. “LAS DINÁMICAS CULTURALES Y LA IDENTIDAD VALLECAUCANA”

EL IMPACTO DEL CURRÍCULO EN LA ESCUELA


La necesidad de la Reforma del Sistema Educativo es ocasionada por múltiples manifestaciones que buscan una renovación pedagógica, impulsadas por factores legales, políticos y sociales.

Una reforma de la enseñanza es siempre una reforma del currículo: de las intenciones educativas y de las condiciones para su efectividad. La reforma de todo el sistema tiene sentido en la medida en que se reformen los métodos y los contenidos. Por lo tanto, una reforma únicamente estructural no aseguraría por sí sola un cambio real del Sistema Educativo.

La reforma de las estructuras tiene por finalidad hacer posible y facilitar un determinado currículo. El diseño Curricular hace inteligible e ilustra el proyecto de ordenación; en general la reforma propone una mejor correspondencia entre la estructura y el currículo.

Aunque en nuestro país la teoría Curricular no tiene ninguna tradición, encontrándose su origen en los países anglosajones, el término "currículo" ha venido utilizándose desde siempre con numerosos significados, por ello se ha ido conformando a su alrededor toda una teoría Curricular.

Este proceso histórico va a ir concretizando y enriqueciendo el propio currículo para empezar a confrontarse como un instrumento para la educación y los maestros.

De este modo, se hace necesario interpretar que la Escuela, tomada como una institución social, donde se lleva a cabo el desarrollo de la enseñanza-aprendizaje; rompiendo con el paradigma que explica el aprendizaje como proceso de comprensión en el que se le incrusta al alumno conocimientos, y defendiendo la acción como condición y garantía de éste. Es aquella institución social creada por la necesidad de completar la acción educativa de la familia y de generar las competencias intelectivas, habilidades y destrezas para que niños (as) y jóvenes puedan incorporarse a la sociedad.

En un primer momento, la escuela fue un centro de “instrucción”, no obstante fue evolucionando hacia una comprensión más versátil pautada por una auto-comprensión cultural sustentada en la gestión del conocimiento y en el aprendizaje constructivista.

Igualmente, se sugiere acentuar en lo que es el currículo:
·         La Ley General de Educación en Colombia (L. 115/94) define el currículo como: "Currículo es el conjunto de criterios, planes de estudio, programas, metodologías y procesos que contribuyen a la formación integral y a la construcción de la identidad cultural nacional, regional y local, incluyendo también los recursos humanos, académicos y físicos para poner en práctica las políticas y llevar a cabo el proyecto educativo institucional"

·         Un proyecto educativo integral con carácter de proceso que expresa las relaciones de interdependencia en un contexto histórico social, condición que le permite rediseñarse sistemáticamente en función del desarrollo social, progreso de la ciencia y necesidades que se traduzcan en la educación de la personalidad del ciudadano que se aspira a formar. (Addine F. y otros 2002). CURRICULUM

En este orden de ideas, se puede pensar que diversos autores, como César Coll, consideran que es la forma de dimensionar al currículo, lo que podría impulsar la calidad educativa.

Es por esto, que los múltiples problemas escolares son situacionales y concretos, situados en un espacio y tiempo determinados... y es el profesor quien debe solucionarlos desde la perspectiva de un currículo abierto y flexible. Podemos decir que se trata de la corriente con más vigencia en la actualidad. (Stenhouse, Eisner, Tanner, Coll...)

Desde el punto de vista Curricular la mejora del sistema educativo supone ofrecer un marco Curricular más coherente que no presente rupturas entre las diferentes etapas. En términos generales puede decirse que esta resignificación debe caracterizarse por:

-      Establecer con claridad las intenciones educativas y los elementos comunes que deben desarrollarse en la enseñan­za que afecta a todos los niños y jóvenes del Estado.

-      Plantear un currículo abierto susceptible de concre­ción por las Comunidades Autónomas con competencias educativas y de adaptarse posteriormente al entorno de los alumnos utili­zándose medios y situaciones muy diferentes.

-      Señalar explícitamente las razones que llevan a establecer tanto las intenciones educativas como la forma concreta de llevarlas a la práctica.

-      Otorgar al profesorado un papel activo en el proceso de desarrollo de las propuestas curriculares que vaya más allá del mero ejecutor de unos programas, proporcionándole mayor autonomía en la elaboración de proyectos curriculares.

-      Orientar de forma práctica al profesorado, para organizar los procesos de enseñanza y aprendizaje que permitan la consecución de las intenciones educativas planteadas.

-      Incorporar las aportaciones realizadas desde el campo de la Pedagogía y de la Psicología, adaptándose en cada momento a las diferentes necesidades de los alumnos.

-      Ofrecer una información común para todos, integral y de carácter polivalente, que se combine en los últimos ciclos con una progresiva optatividad.

-      Incorporar al sistema escolar contenidos que actualmente se ofrecen fuer de él y que son reclamados por el interés de la sociedad.

-      Preparar a los jóvenes para vivir su papel de ciudadanos activos proporcionán­do­les los suficientes elementos de transición a la vida adulta y activa.

(Libro Blanco para la Reforma del Sistema Educativo, 1989)

Por tanto, entender que la corriente encabezada por STENHOUSE ha tenido dos aspectos de suma importancia, retomar las ideas y perspectivas más interesantes que han aparecido en las corrientes anteriores, superando sus defectos, dándole un fuerte contenido educativo a su propuesta, y por tanto haber avalado en su trabajo práctico lo que defendía en sus obras. Sugieren el maestro desde una perspectiva más emancipadora, guie a unos estudiantes hacia un aprendizaje más significativo, proveniente de medios de interacción y desarrollo acorde a las necesidades culturales, sociales y políticas que se evidencian en un contexto.

Pero ¿será que estas teorías curriculares son una serie de respuestas al qué y cómo enseñar? ¿Si es el currículo un proyecto, será posible desarrollar una investigación-acción? ¿Acaso el currículo no debe atender a unos fines educativos y estándares determinados?

Para dar respuesta a los interrogantes que surgen al momento de repensar la posición del saber pedagógico que circula en unos programas de formación docente, es necesario, ver la importancia del currículo, en el desarrollo de práctica inclusivas en una sociedad en la que cada vez se vuelve menos excluyente y que está creciendo permanentemente; como una herramienta en las manos del profesor y es él mediante su continua búsqueda e investigación quien va encontrando sus propias respuestas a los problemas que éste plantea.

Así pues, el currículo tiene que traducir sus fines educativos en principios de procedimiento, de tal modo que constituyan una expresión operativa de lo que significa actuar de acuerdo a los fines propuestos. No obstante, estos principios no indican qué es lo que hay que hacer exactamente. Mantienen abierta la decisión de cómo se trasladan a las actuaciones del aula, lo cual exige del maestro reflexionar y deliberar frente a las implicaciones de su práctica pedagógica cotidiana y los principios que trata de ser su expresión.

De este modo la concepción de currículo, tanto como la de su investigación es esencialmente problemática. No es algo que se construye como medio para conseguir resultados, sino que constituye la expresión, en materiales y principios de actuación de ideas y valores educativos. Por lo tanto, no es algo cerrado y acabado, sino abierto a indagar el carácter esencial del propio currículo: la forma de tomar conciencia de la brecha que se abre entre las intenciones educativas y la realidad práctica, y la forma de indagar en los procedimientos para cerrar dicha brecha. Es a la vez un proyecto educativo. No es un medio para educar, sino que en sí es educativo.

En últimas se trata de incentivar una mejor enseñanza, ambientes escolares más estimulantes, mejores materiales de instrucción, así como el mayor rendimiento académico de los estudiantes.

Recordando el Art. 77 de la Ley 115/94, tanto las instituciones, como los profesores actúan con autonomía para proponer, experimentar, tomar decisiones y promover cambios curriculares con entusiasmo y satisfacción. Es por esto, que la investigación-acción en el currículo constituye un resultado de la ciencia social interpretativa, por cuanto las personas pueden renegociar conscientemente las reglas y transformar reflexivamente las interacciones sociales. La calidad del currículo se logra por medio de la investigación-acción y los educadores son los que están mejor posicionados para realizar cambios e innovaciones en escenarios que procuren mejoramiento continuo.

Actualmente, en Colombia, las políticas de reforma curricular explicitan abiertamente los principios y métodos de la investigación-acción por cuanto impulsan propuestas orientadas a la transformación de las instituciones educativas con base en la priorización de sus necesidades más apremiantes. Se requiere una dinámica de experimentación crítica en los entornos educativos y la participación grupal de los profesores en la construcción de procesos y materiales curriculares. La Ley General de Educación, promueve proyectos curriculares en los que explícita e implícitamente se recurre a los principios transformadores y colaborativos de la investigación-acción, con la participación de directivos, profesores, padres, alumnos, organizaciones, grupos, profesionales y comunidad en general para poder atender a las preocupaciones sobre la calidad educativa.

Se destacan los impactos de los movimientos de intervención comunitaria, la educación popular, la educación permanente, el movimiento de pedagogía institucional, renovación e innovación educativa, los proyectos de aula y la relación escuela-comunidad, entre otros.

Revitalizar el nexo entre escuela, currículo, conocimiento, cultura y sociedad implica una visión holista e integral a la hora de construir propuestas curriculares. Puesto que el currículo siempre ha sido y seguirá siendo un proyecto intencionado para reproducir el orden cultural existente, toda propuesta, construida por la comunidad educativa, ha de estar inserta en el proyecto cultural de una determinada sociedad.

La importancia del currículo, radica en la formación de los distintos y variados profesionales de una nación, y que los mismos actuarán dentro de la comunidad, su capacidad y formación depende el futuro y el progreso de un país.

A lo largo del tiempo, la educación se ha tenido que enfrentar a varios retos, siendo el principal reto, cumplir y llevar a cabo un buen proceso de enseñanza aprendizaje, con el fin de mejorar las necesidades de la sociedad, es por ello que el currículum, ha sido una herramienta esencial en varios contextos, pero ha sido de mucha ayuda principalmente en el contexto educativo. Es de suma importancia ya que permite planear adecuadamente todos los aspectos que implican o intervienen en el proceso de enseñanza aprendizaje, con el fin de mejorar dicho proceso pues cada acción es elegida y realizada en razón de que venga o pueda ser justificada, por su coherencia con los principios de procedimiento.

La importancia del currículum no solo se basa en mostrar una posible respuesta de lo que uno quiere lograr en el ámbito educativo, sino que también ayuda a crear un ambiente libre, sencillo y sobre todo de apoyo para quienes lo llevan a cabo, es decir, es aplicable tanto para los maestros como para los alumnos, debido a que es una guía que apoya a tener una visión de las perspectivas a lograr.

Por tal motivo el Currículum es importante para la practica docente, porque ayuda al docente a manejar de manera mas fortuita su papel como guía de la enseñanza dentro o fuera de un salón de clases, para que así se pueda manejar un proceso bidireccional que permita al educando crecer de una manera integral, es decir que cubra todos los aspectos importantes de su desarrollo. Además de posibilitar el desarrollo de una transversalidad para una coherencia vertical y horizontal.

Referencias
·         JIMENEZ, Luis Manuel “ENFOQUE CURRICULAR CENTRADO EN LA PERSONA”. Universidad de Costa Rica. 2004.
·         FERRINI, Rita. “LA TRASNVERSALIDAD DEL CURRICULUM”.
·         AMAYA, Adalberto “¿HABLAR DEL CURRÍCULO Y REFORMA CURRICULAR ES LO MISMO QUE CAMBIAR EL PLAN DE ESTUDIOS?”.
·         MEN “REVISTA AL TABLERO: Estándares Para El Currículo”. 2001.
·         CUADERNOS DE PEDAGOGIA (1986): "EL CURRÍCULUM, HACIA UN NUEVO MODELO CURRICU­LAR". 139. Barcelana. Laila.
·         SARRAMONA, J. (1987): "CURRÍCULUM Y EDUCACIÓN". Barcelona. Ceac.
·         STENHOUSE, L. (1986): "INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO DEL CURRÍCULUM". Madrid. Morata.

DE LA MULTIMEDIA EDUCATIVA...


La palabra multimedia, etimológicamente es la combinación del prefijo MULTI, del latín multum, que significa numeroso, más de uno o muchos; y del término MEDIA, del latín medium, que significa medio, agente, vía; comprendiendo, entonces, que multimedia -es todo aquello que se expresa, se transmite o se percibe a través de diferentes medios de expresión (físicos o digitales) para presentar o comunicar información[1]-.

Asimismo, éstos medios pueden ser variados, desde texto e imágenes, hasta animación, sonido, video, etc. También se puede calificar como multimedia a los recursos electrónicos que permiten almacenar y presentar diversos contenidos.

De este modo, en la educación, se hace ineludible el empleo de ésta, para producir cursos de aprendizaje y libros de consulta, como enciclopedias y almanaques. Ya que la multimedia causará cambios radicales en el proceso de enseñanza en la próximas décadas, en particular cuando los estudiantes descubran que pueden ir más allá de los límites de los métodos de enseñanza tradicionales. 

Permitiendo a los alumnos y maestros cambios en el proceso de aprendizaje; ya que en las estrategias docentes que incorporen elementos multimedia interactivos, el estudiante deja de tener una postura pasiva para desempeñar un rol activo y participativo en su proceso de aprendizaje. Sin embargo, cabe resaltar que la multimedia no busca reemplazar al docente, ni sustituir los métodos de enseñanza-aprendizaje, sino ser un elemento que enriquezca este proceso, cumpliendo una función informativa, instructiva, motivadora, evaluadora, expresiva, comunicativa, lúdica e innovadora. Puesto que transige la capacidad de estimular la comprensión de los temas tratados, agregando múltiples elementos, como fotografías, cuadros, juegos, tutoriales, videos, y demás herramientas se ratifican con el pasar de una serie de presentaciones, de texto sobre un asunto particular, y de ilustraciones asociadas en varios formatos de información que confieren al estudiante aprender a través de la identificación inmediata del error, por ejemplo en un juego, se le consiente ‘intentarlo de nuevo’ hasta poder avanzar.

De este modo, la versatilidad desenvuelve amplias posibilidades de experimentación didáctica e innovación educativa en el aula, ya que, explícita o implícitamente, promueven y regulan el aprendizaje de los estudiantes.

Según Dastbaz[2] “la educación indudablemente ha sido una de las principales beneficiarias del progreso de la multimedia. La proliferación de la multimedia, la penetración de las conexiones del ancho de banda y la integración del vídeo, el sonido y la animación en los sistemas textuales” las cuales abarcan todos los medios y ofrecer entornos de aprendizaje más ricos en interactividad.

No obstante, el psicólogo Richard Mayer[3] propone hablar de multimedia en el momento en que los estudiantes construyen representaciones mentales a partir de la combinación de palabras (ya sea texto o sonido) e imágenes (como ilustraciones, fotografías, animaciones o vídeo).

En consecuencia, la multimedia contribuye a la vida del hombre, de manera que ha sido partícipe de la modificación de diferentes aspectos, y el campo de educación no fue la excepción, la multimedia educativa ha influido tanto que en este campo se ha buscado la mejor manera de explicar la información de una forma fácil y descifrable para todos, lo cual genera un gran beneficio a la comunidad educativa, relacionándose a diario en los diferentes campos de aprendizaje.





[1] BARAJAS, Mario; SIMÓ, Núria (1994). "Multimedia en la escuela. ¿Para qué y cómo?" Cuadernos de Pedagogía, nº230."
[2] DATSTBAZ, M. (2002). Designing Interactive Multimedia Systems. London: McGraw-Hill.
[3] MAYER, R. (2005). The Cambridge Handbook of Multimedia Learning. Cambridge: Cambrigde University Press.

"AL MAESTRO CON CARIÑO" - RESUMEN ACADÉMICO EDUCATIVO



1.    Consideración Inicial
2.    ¿Cuál es el maestro que necesitamos?
3.    Desarrollar un proceso de investigación
4.    Tradiciones, Conceptos y Experiencias
5.    Desde un Saber Pedagógico
6.    Y ¿Dónde queda la familia?



1.    CONSIDERACIÓN INICIAL
Son pocos los casos, en los cuales encontramos un maestro que a pesar que no es su vocación entra a la escuela por necesidad pero asume su rol, con tanta profesionalidad hasta producir cambios significativos en sus estudiantes, sin importar los insultos, rebeldías; por el contrario, opta por cambiar las estrategias hasta lograr que los jóvenes cambien de actitud y sea personas dignas de respetar, amar, sonreír y desenvolverse en comunidad.




2.    ¿CUÁL ES EL MAESTRO QUE NECESITAMOS?
Evidentemente, hemos de notar que la intención de la sociedad no es presentar al maestro como el educador ideal, al desvalorizar su labor como la fuente de conocimientos y saberes latentes para la formación ética, estética e intelectual de los alumnos. Viéndose ésta afectada día a día y claramente subestimada como un continuo adiestramiento regido por un transmisor de conocimientos (docente) enviado a un receptor (alumno); lo cual provoca una enorme connotación al presentar altibajos a lo que se le ha llamado la educación “moderna”,  al intentar generar un modelo activo tanto para los maestros, quienes se convertirán en orientadores y promotores de cambios positivos; como para los estudiantes, cuyos aportes contribuirán a un pleno proceso de formación y desarrollo cognoscitivo.




Entonces, “¿Qué debemos hacer primero, cambiamos el sistema de enseñanza para educar bien o educamos bien para cambiar el sistema de enseñanza? Si esperamos a cambiar el sistema de enseñanza necesitamos hacer toda una modificación en las estructuras a escala general, en cada centro educativo. Va a llevar más tiempo. Si empezamos por la segunda opción, educando al niño a conciencia, trabajando valores y principios, le estamos dando la oportunidad de afianzar su seguridad personal, de levantar su autoestima y quererse a sí mismo; de acrecentar su nivel de solidaridad y de compromiso, de aprender a convivir, de ser responsable y de dedicar su vida a servir y ayudar a la humanidad. Logrando esto, seguramente cambiaremos el sistema de enseñanza”[1].



Por tanto, se debe educar al niño para encontrar su propio ser, a tener seguridad y no temer a ser líder de sí mismo. Fomentando en él, un sentido que le permita enfrentar y reflexionar las diversas situaciones que se afrontan en la vida, no limitándose a actuar de una manera lógica y metódica.
El maestro que se necesita, enseña a sus aprendices a ver el lado bueno de los hechos ocurridos, a resaltar lo más importante de cada experiencia, a aprender a perder y a correr riesgos transformando sus sueños en realidades. “La educación necesita tanto de formación técnica, científica y profesional como de sueños y utopía”[2].



Por ello, cabe resaltar, que un buen docente, explora nuevas posibilidades para reemplazar estos métodos ambiguos, arcaicos y, sin duda, de poco interés para los estudiantes; pretendiendo, también, construir y avivar la creatividad y espontaneidad de ellos, fomentando transformaciones a partir de los hechos que presencian en los variados contextos socioculturales, que sirvan al estudiante “no solo para que aprenda algo que no sabía, sino hacer de él, alguien que no existía”[3].



Además, la educación debe pasar del tradicional discurso al ambiente educativo, entendiéndose esto como una amplia red de relaciones humanas, que propician el aprendizaje colectivo por medio de la creación de condiciones en las cuales cada uno pueda explorar intereses, habilidades, aptitudes, capacidades y preguntas.



“La educación sale de sistemas autoritarios rígidamente jerarquizados y se convierte en una organización dinámica y flexible con amplios sistemas de participación. El tiempo deja de ser una norma rígida a la cual deben plegarse el juego, el trabajo, la relación humana, y se convierte en algo que debe ser ordenado y distribuido para el logro de unas metas fijadas. El espacio también adquiere una nueva dimensión, en tanto que no sigue siendo un confinamiento sino que se vuelve un punto de partida para la exploración intelectual y social”[4]. Asimismo nosotros como futuros docentes debemos buscar estrategias que les permitan a nuestros alumnos reconocer en nosotros su ejemplo a seguir, donde los actos valen más que mil palabras y  por medio de ellos ayudarles a desenvolverse en el mundo que los rodea.




3.    DESARROLLAR UN PROCESO DE INVESTIGACIÓN
Se proponen los problemas de investigación, como unos  derivados de la complejidad del acto educativo, que exigen a su vez estrategias,  métodos viables y aplicables para su resolución, en pos del reconocimiento de las potencialidades y necesidades específicas en las que se desenvuelve su entorno. No obstante, Eloísa Vasco sustenta que: ese componente investigativo en la actualidad, se percibe como un proceso complejo y fuera del alcance de la labor del maestro en el medio en el que interactúa, estableciendo una disyunta en su actuar: o se es maestro o se es investigador.




Consecuentemente, para la producción del saber pedagógico a partir de una práctica reflexiva, el docente puede “arriesgarse” a plantearse interrogantes, dudas y retos, que le permitan fijar su mirada en su quehacer; Por esto se designa el tipo de investigación que se propone para el maestro, con el término de "investigación en el aula"; puesto que el aula es el ámbito natural de su actividad profesional, social y académica.
Por lo tanto, en relación con las anotaciones precedentes, se plantea la necesidad de fortalecer la presencia de profesores capacitados y deseosos por desarrollar en su aula un ambiente reflexivo dentro de los diferentes contextos educativos, que se preocupen no solo por el cumplimiento de los lineamientos y contenidos curriculares establecidos por profesionales desvinculados al quehacer docente, sino por la innovación e investigación educativa, en búsqueda de su autoformación como profesionales  competentes. Un maestro-investigador rompe con ese esquema de la investigación como un proceso complejo y admite que la investigación inicia por y para las problemáticas existentes en el aula, donde las interrogantes que se formulan y los resultados que se obtienen repercuten día a día en su entorno.




4.    TRADICIONES, CONCEPTOS Y ESPERIENCIAS
Las tradiciones, los conceptos, las experiencias y los relatos de una sociedad, atienden a un saber pedagógico, distinguido por el devenir histórico de las prácticas educativas, que han sido definidas por un orden político-económico, en un intento por reorientar la mirada pedagógica de Colombia y el mundo.

En este sentido, es donde se comprende que la situación actual (globalización), ha transformado el derecho del pueblo de regirse a sí mismo, por expresar lo que se desea a otros, para que éstos sean quienes los gobiernen; haciéndose responsable de la forma organizativa que utilizan los miembros de la sociedad. Lo cual, nos hace notar que en el discurso oficial que maneja la globalización, se obedece más que nada a una praxis de la independencia por la dependencia.

Consiguientemente, hay que advertir la posibilidad o imposibilidad de establecer una educación alejada de la política, ya que somos seres humanos que vivimos en conjunto, atendiendo a un objetivo común. Así, la formación es un derecho de todos que debe ser asegurado, pero ello, implica fundar unas condiciones favorables, en un sentido político-económico, que respalden el buen desarrollo de ésta.
Sin embargo, hoy por hoy, la enseñanza tal parece que ha pasado de un lugar privilegiado a uno secundario, dando paso a la racionalidad del capital y de una inversión específica a costos en un bienestar individual y no colectivo. Siendo atendida bajo una óptica diferente y forzándola a modernizarse, pretendiendo hacer más con menos.



Por tanto, todo éste saber pedagógico, que parte de un orden social y obedece a una disposición política-económica, emana el esfuerzo de una colectividad por comprender cuál es el sentido de la educación, y generar múltiples respuestas en torno a ello, como: instruir o guiar, aconductar, disciplinar y formar, entre otras.



Lo cual me impulsa, un deseo de discernir ¿Qué debe ser de la educación?, ¿Debe la educación responder a un mandato político, o debe propiciar la formación, pensándola como algo independiente?




5.    DESDE UN SABER PEDAGÓGICO
Constantemente, vemos que el maestro se enfrenta ante una disyuntiva que parte del rol asignado y el saber pedagógico, las cuales propician una formación en subjetividad; entiéndase ésta como las percepciones basadas en el punto de vista de un sujeto, influido por sus intereses y deseos particulares.

Es por esto, que la propuesta más innovadora en la educación, apunta a que el maestro promueva la construcción del conocimiento, resignificando la labor docente en una tarea de creatividad científica, la cual vincule el saber y las tecnologías de organización.



Sin embargo, una buena educación no depende únicamente de la implementación de un modelo pedagógico, sino que concibe un análisis de los modelos pedagógicos ensayados; logrando conocer cómo los componentes estructurales de la práctica pedagógica moderna se han venido superponiendo sobre la escuela y sobre el maestro en nuestro país.



Por tanto, se hace necesario que el maestro aborde la formación de la ética de la infancia y comprenda los modos de castigar o disciplinar a los niños, pues los avances en las teorías pedagógicas dejan de tener el mismo ritmo que los cambios en las técnicas disciplinarias dentro de la escuela, los cuales arrojan como resultado: crisis de ética y vacío de valores.



Por consiguiente, debe existir una relación mutua entre saber y técnicas, no es de teoría a práctica. Y -diré que el saber pedagógico, al cabo de todas estas innovaciones, orienta a explorar zonas cada vez más íntimas de la subjetividad, como si avanzara, por así decirlo, a saltos cualitativos, pasando por niveles teóricos y epistemológicos- (Saldarriaga, 2003). Pues, “la educación es una libertad, la pedagogía una forma de producir libertad, y tanto la educación como la pedagogía han de preocuparse […] de transformar sujetos. No producir sujetos, sino llevarlos a procesos de transformación de su propia subjetividad”[5].



Finalmente, frente a las implicaciones que tiene la circulación del saber pedagógico dentro del aula, “el asunto es lógico: cada vez que se abría una ventana, cada que entraba una luz lo que se aclaraba era la inquietud, se hacía mayor, más compleja, se volvía un problema de investigación, y por tanto cada acontecer en el aula es objeto de observación, seguimiento, planeación y evaluación”[6].




6.    Y ¿DÓNDE QUEDA LA FAMILIA?
El constante devenir en la sociedad y las prácticas educativas, sugiere una vez más la integración de los padres al proceso enseñanza aprendizaje de sus hijos, que piense en la responsabilidad de ellos en la educación de sus hijos, son los primeros educadores de esos seres que ellos quieren tanto.



Ya que es frustrante y decepcionante ver cómo el núcleo de la comunidad (familia), ha dejado a un lado su papel formador, llevando el futuro de ésta (el niño) a que se defienda de la ‘selva de cemento’ en la que se les exige que sean un adulto en miniatura, comprendiendo y afrontando las necesidades y dificultades que se presentan a su alrededor ignorando lo hermosa y significativa  que es la niñez en la vida del ser humano; por tal motivo, se ha creado un desajuste que afronta la escuela, donde, además de formar el conocimiento de los niños, debe suplir las deficiencias de cada mundo y microcosmos que representa el infante, influenciado por su contexto, que a medida que pasan los años, se ve más envilecida, denigrando la moral y la ética que permite a los hombres crecer en sus procesos formativos, algo que parece ser de hace muchos años atrás (s. XVI y XVII) “persistió en sociedades donde a los niños no se les llevaba a la escuela. En Inglaterra o Francia, los niños dormían junto con los adultos, usaban la misma ropa, trabajaban en las mismas faenas y hasta se divertían con los mismos juegos (asistían a las fiestas y escuchaban chistes subidos)”[7].



De este modo, mediante una educación plena se hace necesario que la familia se ocupe y preocupe de los hijos, los forme en acciones de valores, involucre el ambiente en el hogar, permitiendo descubrir y apoyar el proceso de formación.


[1] - 4 DUQUE LINARES Jorge “El arte de ser Maestro”.
[2] FREIRE Paulo.
[3] RUSKIN John.
[4] CAJIAO R.  Francisco “La formación de maestros y su impacto social”.
[5] FOUCAULT, Michel. “HERMENÉUTICA DEL SUJETO” 1994. 
[6] SANCHEZ CARDOZO Néstor Alonso. “LA EXPERIENCIA DE INSTALACIÓN DE SABER PEDAGÓGICO EN CUATRO ESCUELAS NORMALES SUPERIORES DEL VALLE DEL CAUCA”. Santiago de Cali, Colombia. Diciembre 2011.
[7] PLUMB. 1974. Citado por  Newman y Newman en 1985.

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